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4.
Almacenamiento, transporte y
recepción en obra
4.1.
Almacenamiento y transporte
Las piezas Cáviti
®
pueden
almacenarse a cubierto o
a
la intemperie,
ya que el material no se ve afectado por
las
inclemencias
meteorológicas.
No
es
aconsejable,
sin
embargo,
que
el
material
esté
expuesto
a
la
intemperie
durante
largos
periodos
de
tiempo
(superiores
a
dos
meses,
según
indicación
del
fabricante),
ya
que
las
piezas
pueden
fragilizarse
y
perder cierta resistencia mecánica.
 
No
se
recomienda
remontar
los
paquetes
de
piezas
o
los palés, ya que puede provocar la deformación de las
piezas
inferiores.
Asimismo,
se
recomienda guardar
el
material
en
un
lugar
fuera
del
alcance
de
posibles
golpes que podrían romper las piezas.
 
No
se
considera
ningún
requisito
específico
para
el
transporte
de
las
piezas.
 
En
general,
las
piezas
se
empaquetan
en el formato indicado en la
tabla 3,
pero
pueden
suministrarse
colocadas
sobre
un
palé,
si
la
empresa de transportes así lo requiere.
 
 
4.2.
Control de recepción en obra
En
obra
se
deberá
comprobar
que
los
módulos
recibidos
se
encuentran
en
buen
estado:
no
han
sufrido deformaciones excesivas, no presentan roturas,
no
presentan
faltas
de
material,
o
cualquier
otro
defecto
que
pueda
comprometer
la
estanquidad
del
encofrado
o
su
resistencia.
Deberán
desecharse
aquellas piezas que no encajen correctamente.
 
 
 
5.
Criterios de proyecto
 
El
diseño
del
sistema
Cáviti
®
 
se
basará
en
el
cumplimiento
de
las exigencias básicas de
calidad
del
Código
Técnico
de
la
Edificación
(de
ahora
en
adelante,
CTE)
según
lo
indicado
en
los
documentos
básicos DB
SE-AE,
DB SE-C,
DB
SI, DB
HS,
DB SU,
DB
HR
y
DB HE,
además de
los
requisitos
recogidos
en
la
Instrucción
del
Hormigón
Estructural
 
(en
adelante,
EHE).
En
cada
proyecto
deberán
comprobarse
la
adecuación
de
las
soluciones
constructivas escogidas.
 
A
continuación
se
indican
una
serie
de
criterios
que
deberán considerar en el momento de proyectar con el
sistema objeto del DAU.
 
 
5.1.
Seguridad estructural
El
sistema
Cáviti
®
 
se
utiliza
para
formar
un
encofrado
perdido
que
se
rellena
con
hormigón
con
el
fin
de
formar
un
suelo
elevado.
 
Una
vez
hormigonado,
la
capacidad
resistente
de
la
solera
la
confiere
el
hormigón,
que
ha
formado
un
suelo
elevado
de
espesor
variable
(capa
de
compresión
de
5
cm
mínimo)
que
dispone
de
unos
pilares
en
forma
de
tronco
piramidal
invertido que transmiten las cargas al
soporte sobre el que se apoya.
 
Los
ensayos
realizados en laboratorio, tanto de carga
repartida
como
de
carga
puntual,
muestran
que
la
resistencia
de
estas
soleras
puede
llegar
a
ser
muy
elevada, si se instala sobre un soporte rígido.
 
De
acuerdo
con
los
resultados
de
los
ensayos
y
los
cálculos realizados en el caso de cargas repartidas, se
observa
que,
en
general,
el
punto
crítico
de
este
sistema
no
es
la
resistencia
de
la
solera,
sino
el
comportamiento
del
soporte
sobre
el
que
se
coloca.
Los
esfuerzos
a
compresión
que
puede
resistir
este
tipo
de
soleras
son
muy
elevados,
como
demuestran
los ensayos,
pero la forma de la solera Cáviti
®
no está
diseñada para trabajar a flexión si el soporte falla. Si el
soporte
se
deforma
excesivamente
o
los
pilares
de
la
solera
producen
un
hundimiento
o
punzonamiento
del
soporte, se puede provocar la fisuración o rotura
de la
solera,
debido
a
que
el
espesor
y
el
armado
antifisuración
de
la
capa
de
compresión
no
pueden
soportar
la
flexión
provocada
por
el
peso
propio
de
esta
solera
sin
apoyo.
Los
pilares
de
la
solera
deben
estar
siempre
apoyados
sobre
un
soporte
suficientemente rígido y plano.
 
En el caso de carga puntual, el mecanismo de fallo de
la solera depende en gran medida de la resistencia de
la superficie de soporte,
de acuerdo con los ensayos y
cálculos
realizados
(ensayos
realizados
con
un
aplicador
de carga de 5 x
5 cm).
Sobre
terrenos poco