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• DAU 14/086 • Edición A
esta
precaución
en
piezas
Cáviti
®
 
tipo
C-5
o
C-10
debido a que la propia pieza es capaz de dar seguridad
y
estabilidad
al
personal
que
realiza
los
trabajos
de
preparación de la solera.
 
Antes
del
hormigonado,
la
sustitución
de
módulos
Cáviti
®
 
en
el
caso
de
rotura
es
fácil
y
rápida.
Si
la
rotura
no
es
muy
grande
es
suficiente
con
tapar
la
zona
afectada.
Si
el
daño
es
irreparable
deberán
sustituirse por completo las piezas afectadas.
 
La
malla
electrosoldada
se
colocará
en
toda
la
superficie de la solera,
incluyendo la
parte superior
de
los zunchos perimetrales. La función de esta armadura
es evitar la fisuración superficial de la solera provocada
por
la
retracción
del
hormigón.
Por
esta
razón,
se
recomienda
que
la
armadura
se
sitúe
cerca
de
la
superficie
final
hormigonada,
a
unos
30
mm
como
máximo
de
esta.
 
En
cualquier
caso,
deberán
respetarse los recubrimientos mínimos indicados en el
apartado
37.2.4.1
de
la
EHE.
Se
deberán
colocar
separadores de armadura convencionales con el fin de
mantener dicho recubrimiento.
 
Las
distintas
mallas
se
solaparán
entre
sí,
con
una
longitud mínima de solapo entre mallas de 20 cm.
 
6.1.5.2.
Vertido del hormigón
El
hormigón
puede
ser
vertido
mediante
bomba
o
cubilote.
 
En
ambos
casos
se
tomarán
las
medidas
oportunas
para
la
correcta
puesta
en
obra.
Debido
a
que
el
encaje
entre
piezas
no
es
completamente
estanco,
se
desaconseja
utilizar
hormigones
fluidificados,
ya
que
se
podría
provocar
la
pérdida
de
material entre juntas.
 
Se deberá controlar el caudal y la altura de vertido para
que las juntas entre las piezas no se abran al verter el
hormigón.
La
altura
máxima
recomendada
para
el
vertido
del hormigón es de 1
m.
Primero
se
verterá
el
hormigón
en
los
pilares,
con
el
fin
de
estabilizar
las
piezas
Cáviti
®
,
y
luego
en
el
resto
de
la
superficie,
hasta alcanzar la altura de la base del pavimento.
 
Se
necesitarán
dos
operarios
para
manipular
el
elemento
de
hormigonado
(bomba
o
cubilote),
y
el
resto
repartirán
el
hormigón
por
toda
la
superficie
mediante
rastrillos
y
talochas.
Uno
de
ellos
deberá
introducir
de
forma
rápida
el
vibrador
de
pilares
para
evitar
coqueras en el interior
de la estructura
y facilitar
el
proceso
de
fraguado
y
endurecimiento.
Se
debe
tener en cuenta que hay poca cantidad de hormigón en
los
pilares,
y
por
lo
tanto
no
es
necesario
un
vibrado
prolongado.
Es
importante
que
el
vibrado
se
realice
con
vibradores
de
pilares,
y
no
de
forjados,
así
como
que
el
vibrado
tenga
la
duración
justa.
 
Un
vibrado
excesivo puede provocar la apertura de las juntas entre
piezas, dejando escapar el hormigón vertido y teniendo
que empezar todo el proceso de nuevo.
 
En periodos de elevadas temperaturas (principalmente
en
verano)
se
deberá
humedecer
la
superficie
hormigonada
para
dar
lugar
a
un
buen
curado
del
hormigón.
 
En
el
caso
que
la
superficie
de
hormigón
deba
terminarse
con
un
acabado
fratasado,
una
vez
el
hormigón
empieza
a
endurecer
se
podrá
espolvorear
polvo de cuarzo
y a
continuación
pasar
el helicóptero,
tratando la superficie como una solera tradicional.
 
El
tiempo
prudencial que
hay
que
esperar
para
poder
cargar
la
solera,
ya
sea
con
puntales
para
levantar
plantas
posteriores
u
otras
estructuras,
es
de
15
días
como
mínimo
desde
el
hormigonado.
Se
pueden
utilizar
acelerantes
de
fraguado
en
situaciones
en
las
que
la
estructura
deba
entrar
en
carga
antes
de
este
periodo.
Los
puntales
deberán
estar
situados
sobre
durmientes a efectos de repartir cargas.
 
6.1.6.
Requisitos a cumplir por parte de los
instaladores
El
departamento
técnico
de
Forjados
Sanitarios
Cáviti
SLU exige los siguientes requisitos a los operarios para
la colocación del sistema:
Los instaladores deben haber visto previamente
el
sistema
de
colocación
y
el
orden
que
se
debe
seguir para un buen encaje entre piezas.
 
Deben
saber
cómo
se
resuelven
los
puntos
con
piezas
cortadas
para
evitar
las
pérdidas
de
material por las juntas.
 
Deben
conocer
las
formas
de
manipulación
del
producto
igual
que
la
maquinaria
de
corte
de
piezas.
 
Deberán
tener
los
conocimientos
adecuados
de
seguridad
y
salud.
 
Los
instaladores
del
sistema
deberán
llevar
puestos
en
todo
momento
los
elementos
de
protección
individual
(EPI)
para
los
trabajos
previstos:
botas
de
seguridad,
guantes,
casco, gafas de protección (cuando realicen cortes
de los
módulos Cáviti
®
 
y
armaduras
de mallazo,
y
en
operaciones
de
hormigonado)
y
botas
de
hormigonado.
Deberán
tener
presentes
los
elementos de protección colectiva en obra.
 
Además,
se
deberá
prestar
especial
atención
al
caminar
sobre
el
encofrado
antes
y
durante
el
hormigonado ya que,
en
la
mayor
parte
de
las
piezas
Cáviti
®
(de
la
C-15
en
adelante),
los
huecos
formados
por los pilares tienen un tamaño significativo y pueden
provocar
la
caída
del
operario.
La
colocación
de
la
armadura
antifisuración
puede
mejorar
la
seguridad
frente a estas caídas, ya que evita que el pie quepa en
el
hueco
pero,
en
cualquier caso,
los
operarios deben
estar
atentos
al
trabajar
sobre
el
encofrado.
También
habrá
que
tener
en
cuenta
que
los
separadores
de
armadura
utilizados
en
capas
superiores
a
los
5
cm
(véase
el apartado 2.4)
pueden entorpecer
el paso
de
los operarios durante el proceso de hormigonado.